No existe una única forma de establecer el valor de nuestros servicios de traducción, ya que —dependiendo del proyecto o encargo— lo más conveniente para las partes, por lo general, es establecerlo por palabra, por hora, por página (folio útil) o por proyecto.
El punto de partida para determinar nuestros honorarios debe ser, siempre, el documento o proyecto completo, siendo la unidad de cálculo la palabra. Debemos: revisar el o los documentos completos; conocer el tema del documento que vamos a traducir, incluido su nivel de tecnicidad o especialización; evaluar el formato del documento fuente —¿Es editable? ¿El formato es complejo? ¿Tiene elementos gráficos que debamos reproducir? ¿Es imperativo conservar imágenes, colores, índices, tipografías o diseño?—; mantener el estilo del documento fuente —conservar el registro, usar o no lenguaje inclusivo—. Todo lo anterior incide en el valor de nuestro trabajo.
Por palabra
Suele ser la norma. No habrá sorpresas: quien traduce hace un conteo de palabras del o de los documentos fuente para determinar sus honorarios y los comunica a quien solicite sus servicios. Lo usual es que los honorarios se determinen por las palabras del documento fuente; ambas partes acuerdan el valor del servicio con anticipación. Sin embargo, algunas personas los establecen con base en un estimado de palabras traducidas.
Por hora
Son pocas las empresas o agencias que tienen una tarifa por hora. Una forma rápida de determinar tu productividad y establecer una media que te sea rentable consiste en traducir una hoja del documento fuente para calcular cuánto tiempo te lleva; conocerás tu productividad y podrás calcular los honorarios por hora con base en las palabras. Ten presente que un documento puede exigir investigar sobre el tema más de lo inicialmente considerado o su redacción podría ser tan enrevesada que sea difícil de comprender en la primera o segunda lectura, por lo que tu productividad por hora puede llegar a ser inferior a la estimada y tu tarifa resultar poco rentable para ti.
Por minuto
En el ámbito audiovisual es lo más frecuente. Si el encargo es una transcripción, una persona con experiencia podría transcribir un audio de cinco minutos de duración, grosso modo, en una hora. Un video de 30 minutos de duración se podría subtitular en un día. El tiempo de transcripción y subtitulación dependerá de la calidad del audio, del idioma/acento y de la cantidad de interlocutores, de si piden incluir marcas de tiempo o de la experiencia y productividad del profesional.
Por página (folio útil)
A algunas personas les resulta práctico establecer sus honorarios de traducción por folio o página útil. El cálculo usualmente se realiza con base en 250 palabras, con inclusión de todo elemento gráfico que se deba editar y/o traducir, como sellos, encabezados o imágenes con texto. Se debe tener en cuenta que no costará igual traducir una página de 600 palabras con sellos que una de 250 palabras.
Por proyecto
Cuando tenemos entre manos un proyecto con características particulares, como documentos extensos o que requieran edición o transcreación, podríamos establecer honorarios globales en lugar de hacerlo por palabra, por ejemplo. Para esto debemos revisar el o los documentos en su totalidad, es decir, saber a qué nos vamos a enfrentar para evitar sorpresas y que el proyecto nos sea rentable, y podamos cumplir con el plazo de entrega.
Recargo por urgencia
Si tienes que posponer todo lo que estás haciendo para aceptar un encargo urgente —entregar en unas horas o de un día para otro, o bien trabajar en fin de semana o feriado para terminar este proyecto o para cumplir con los otros proyectos que dejarás aparcados—, cobra una tarifa de urgencia, entre un 30 % y un 80 % adicional de tus honorarios regulares. El porcentaje dependerá del encargo: grado de especialización, complejidad o formato del documento y plazo de entrega.
Cuidado con las tarifas bajas
Es un error establecer honorarios bajos por tus servicios; tendrás que esclavizarte para poder sobrevivir (pagar vivienda, servicios, comida o vestido), perjudicarás al resto de traductoras y traductores y estarás colaborando con la precarización del sector. Luego será tarea imposible convencer a tu cliente de que valore tu trabajo y te pague lo justo por él. La experiencia profesional, al igual que los conocimientos especializados y el manejo de programas de todo tipo tienen un valor. Si decides regalar tu trabajo, hazlo a alguien que realmente lo necesite.
Presupuestos o cotizaciones
Algo de lo que poco se habla es el tiempo que toma hacer un presupuesto; en algunos casos necesitamos unos minutos, en otros, cerca de una hora o más. Es tiempo valioso que «perdemos». Si eres cliente y estás leyendo esto, acusa recibo del presupuesto o cotización, es una forma de valorar nuestro tiempo.
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