Vamos, a galeras a trabajar

Cada vez es más frecuente recibir ofertas de trabajo de proveedores de servicios lingüísticos (PSL) con tarifas pírricas: de esas que hacen que busques los lentes, amplíes la pantalla o cuentes los ceros decimales con los dedos porque no das crédito de lo que ves —o enterarse de que las están ofreciendo a colegas—. Condiciones deplorables que pululan sin reparo alguno y que ofrecen como una oportunidad única e irrepetible.

Cómo empieza la respuesta de los PSL a la oferta:
«Lamentablemente, no podemos pagar tus tarifas; ya acordamos una tarifa con el cliente, pero [música lúgubre] te ofrecemos un gran volumen de trabajo para que te compense. Tendrás trabajo constante.»

Vamos, a galeras a trabajar: olvídate de dormir, comer —con lo que te ofrecen cómo podrías—, salir de casa a pasear o compartir con familia y amistades.

Cómo termina la oferta de los PSL:
«El pago es a 60 días de la fecha de la factura.» [*]

[*] De esto te enteras cuando vas a enviar tu factura: Debes esperar a que el proyecto culmine para enviar tu factura; el sistema de la agencia no permite enviarla antes —cuando hayas terminado tu parte—.

Si envías tu factura después del 15, los 60 días comienzan a contar a partir del primero del mes siguiente —«la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida»—.

Sigo pensando en cómo unas tarifas pírricas y un «gran volumen de trabajo» pueden compensar unas condiciones deplorables. No te dejes engañar; valora tu trabajo, tu tiempo. Mientras haya personas que acepten estas tarifas y condiciones, seguirán considerándolas aceptables y las seguirán ofreciendo.

Si tienes que aceptar un trabajo, asegúrate de que te sea rentable. ¿Vale realmente la pena para ti? ¿Compensan las condiciones lo que tú vas a invertir y dejar a un lado para aceptar y cumplir con el encargo?

Si deseas trabajar ad honorem, puedes comunicarte con Traductores Sin Fronteras o alguna ONG con la que sientas afinidad con su causa y que necesite ayuda.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion