Rechaza encargos de traducción e interpretación cuando sepas que no estás calificada(o) o preparada(o), bien sea por el tema, los requisitos técnicos o el plazo. Está bien decir: «no puedo»; hacerlo es ser responsable para con el cliente y con nuestra profesión (ética profesional).
Por más preparadas(os) que estemos —conozcamos un tema, dominemos los idiomas, tengamos los equipos necesarios o dispongamos de tiempo suficiente— debemos ser lo suficientemente honestas(os) para saber cuándo podemos encargarnos de un proyecto y garantizar un nivel de calidad mínimo o rechazarlo.
Recomienda a otra persona de tu confianza, responsable, que pudiera encargarse del trabajo con un nivel de calidad mínimo. Ten presente que si esa persona no cumple, indirectamente podría afectar tu relación con el cliente.
Remite al cliente a un directorio de profesionales para que sea él quien trate directamente con la persona que cumpla con sus necesidades y pueda aceptar el encargo.
Cuando debas rechazar un encargo o proyecto, en lugar de decir:
«Lo lamento, no puedo aceptarlo».
Puedes decir:
«Ahora no puedo aceptar el encargo, pero puedo recomendarle a…»; o
«Ahora no estoy disponible. En X directorio profesional podría encontrar a alguien.»
¿Qué haces tú cuando no puedes aceptar un proyecto?
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